Asador Alfàbega - Alginet, Valencia

Miguel

Elegimos el menú de 23€ y la verdad que todo estaba muy bueno. Lo único a mejorar es que si pides menú, el agua no es embotellada, te la sacan de la cocina en botella de cristal y las cantidad de la comida podrían ser algo más generosas... Pero la calidad es muy buena.

Y otra cosa que no me gustó, es que pedimos para llevar lo que nos sobró y nos cobraron 0'60€ por una caja de cartón envuelta en papel de film.

J Y.

Nuestra primera vez en el asador Alfábega, llevaba mucho tiempo queriendo probarlo. Hoy hemos probado una de sus especialidades el arroz al horno. Estaba buenísimo, el arroz suelto y con un muy buen sabor. Además hemos probado algunos de sus entrantes, torreznos, mollejas a la brasa y ensaladilla de perdiz. Lo acompañamos todo de unos dobles selecta san Miguel de tirador y vino blanco ceramic monastrrell. Finalizamos con sus postres, helado de limón y romero, tarta de turrón y sorbete de mango. Acompañados de unos cremaets.

Estanis G. M.

Cuando uno disfruta en la vida hay que hacerlo con ritual, explicarlo al detalle. Hace unas semanas buscaba llevar de sorpresa a mi familia a un sitio que hicieran un buen arroz al horno. Lo encontré, reservé y cayó la maldita DANA, por lo que con pena por el desastre, tuve que cancelarla. Este fin de semana ha llegado el climax, reservé y hacia tiempo que no hacia algo tan bien hecho.
En un pueblecito bonito y valenciano, Alginet, hay un asador a las afueras que me ha alegrado la vida; al estar a las afueras, aparcar ha sido sencillo y tras subir unas escaleras negras (o el ascensor quien lo prefiera), comienza el espectáculo. Y es que es espectácular que nada más recibirte lo hagan simpática y eficientemente, la chica me ha localizado y puesto en marcha hacia nuestra mesa en un abrir y cerrar de ojos. Una vez situados, el ritual de higiene es importante, así que he ido al baño que está pasado donde tienen un horno maravilloso para abrir boca viendo el arroz al horno.
El servicio pregunta la bebida y le dices "vaso de vino tinto" y ni corta ni perezosa te trae un tempranillo riojano, un Pomal y te lo echa con dulzura en la copa. Es beber un sorbo y empiezas a sentirte valenciano de lo genial que sabe, entra solo.
Segundos después tras dejarte ver la carta para volverte indeciso con los platos, pues no sabes que está mejor, vuelve a aparecer la chica y muy amablemente te escucha, te recomienda y te habla de sus sugerencias... y empieza lo mejor.
Con un ritmo maravilloso, ni muy rápido que no te da tiempo a saborear tremenda comida, ni muy lento que cuando viene el siguiente plato ya has digerido la comida de la jubilación, calibrádamente, te van trayendo manjares. Empiezan con el plato de cortesía, una especie de crujiente triangular con una salsa que me ha recordado algo de sobrasada... buenísimo. Poco después unas olivas, pero qué olivas! Sin hueso, gordas y sabrosas, geniales, he sacado foto para buscarlas porque nunca había visto esas olivas.
La genial camarera nos ha recomendado las patatas trufadas, sin cortarlo ni coserlo, apuesta aceptada. Cojonudas, geniales, especiales, entraban como aire.
También para comer un poco de "verde" una ensalada y la que lleva su nombre, Alfábega, es lo suyo, con sus tomates riquísimos, un pesto y unos quesos brillantes y suaves. Cojonudo.
Entramos a lo gordo, el arroz al horno, lo han dejado en el centro de la mesa... que pinta, que olor, que recipiente de barro... lo mejor, échalo al plato y pruébalo. Espectácular, genial, maravilloso. Mis padres les ha encantado y yo he repetido porque era cojonudo.
Mientras tanto, las chicas del servicio estaban muy atentas, retiraban cosas de la mesa con mucho respeto y dulzura.
Y todo lo bueno tiene principio y fin, llegaban los postres, mi padre se ha tomado un sorbete de limón por recomendación de la chica y vaya recomendaciones te hacen, apasionante, estaba muy muy bueno. Yo quería la tarta de turrón y a mi madre le ha recomendado mucho el pastel de borrachos (que está en recomendaciones hoy) y... un antes y un después, se han coronado, que maravilla de sabor. Un buen restaurante siempre tiene un buen postre y este lo tiene espectácular.
Finalmente ha venido lo que más cuesta, pagar y... no tengo ninguna queja de calidad/ precio/ servicio,...!
Nos han pedido varias veces que hiciéramos una reseña, yo ya tenía pensado hacerla y mis padres por supuesto las van a hacer porque nos ha encantado todo y se lo merecen de verdad. Ojalá tuviéramos algo así en Cartagena.

Volveremos, ha sido genial y espectacuar. Gracias por permitir disfrutaros.

MAYTE M. O.

Fuimos de comida familiar y fue todo un acierto. La comida exquisita. Todo riquísimo y de muy buena calidad. Los tiempos entre platos muy controlados y raciones correctas para quedarte bien.
Ambiente muy agradable y el servicio impecable, de 10!!! Muchas gracias por lo bien que nos atendieron y volveremos seguro,nos quedan muchas cosas por probar 😃

Mariano S.

Cocina de calidad con toques distintivos

El Asador Alfàbega, ubicado en el polígono industrial norte de Alginet, sorprende por su cocina premiada y un impresionante horno de leña que domina la entrada. Desde el primer momento, se nota que estamos en un lugar que cuida su oferta culinaria y se enorgullece de sus reconocimientos.

En cuanto a la comida, comenzamos con una variedad de aperitivos.

Las aceitunas, aunque simples, destacaron por su tamaño y sabor.

El pan con tomate y all i oli, típico de la zona, fue correcto, aunque mejoraría si aprovecharan el horno para tostar el pan, dándole un toque crujiente extra.

Las patatas bravas, una reinterpretación muy particular, fueron un acierto para quienes buscan algo diferente, aunque personalmente no soy un gran fan del plato.

La joya de la corona fue, sin duda, las patatas con foie, boletus, huevo poché y trufa negra: una delicia para los sentidos, con sabores profundos y bien equilibrados.

Los rebollones a la plancha estaban perfectamente cocinados y sabrosos.

Las croquetas de puchero resultaron ser un auténtico festín, crujientes por fuera y con un relleno delicioso.

Para los platos principales, la parrillada para 4 fue una opción generosa, aunque algo simple en comparación con el resto de la comida, y por su precio, no es algo que repetiría.

El entrecot trinchado, por otro lado, estaba perfectamente cocinado, jugoso y tierno, aunque se agradecería una guarnición más variada que no fueran solo patatas.

Para finalizar, los postres, como las torrijas caseras con helado y la tarta de queso, cerraron la experiencia de forma excelente, con un sabor casero inconfundible.

El servicio fue amable y atento, en todo momento. En resumen, Asador Alfàbega es una opción muy recomendable si se busca buena comida en un ambiente relajado, aunque algunos platos destacan mucho más que otros.

Sanita

Este restaurante es una perla de Alginet. Es un poquito escondito pero cuando abres la puerta todo personal te da todo su atención y animo como a un amigo bueno. Muchísimas gracias a camareros! A mi me ha gustado ambiente, entre mesas hay bastante espacio para tener intimidad para disfrutar comida con tu familia o amigos. Los platos hay que elegir de carta que es muy amplia hay platos para todos los gustos desde mas modernos hasta tradicionales como arroz al horno. Cado plato que hemos probado estaba muy rico. Se nota que el chef pasa mucho tiempo para elaborar nuevo plato, juntar sabores y specias. Se puede mejorar? - Si. Pero sin dudas recomiendo visitar este restaurante para mimar tu paladar y disfrutar un buen servicio. No olvides reservar la mesa con antelación!

N. H.

Muy recomendable! Un servicio estupendo, y la comida muy buena. Tienen un menú a mediodía por 23,50€ con mucha variedad de platos, incluye postre, bebida y café. Aunque las mejores carnes están en carta, no las incluyen en el menú, pero son de buena calidad, con mucho sabor, y bastante bien de precio. La tarta de queso deliciosa. Me quedé con ganas de probar un arroz, que tenían muy buena pinta.

Desiree B.

Quiero compartir lo increíble que lo hemos pasado y la experiencia que nos hemos llevado con Alfàbega.

Desde la atención al cliente en el minuto uno para reservar y los cambios de última hora hasta que acabamos de comer.

La dueña Jessi fue tan amable y estuvo a toda hora para las dudas que necesitara, al llegar nos trataron con mucha atención y amabilidad. La organización fue excepcional ya que éramos 30 personas un domingo, todo salió perfecto, la comida increíble.

Volveré más veces y sin dudarlo mis celebraciones seguirán siendo en este restaurante asador.