BAMBAR Cocina Mediterránea - Valencia, Valencia

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En el distrito del l’eixample se ubica este negocio, de talante familiar, para un tapeo relajado, un ligero tentempié o una tranquilo brunch… sin el bullicio de mercadillo, de otros lugares,en su acogedora sala, o la pequeña terraza que gestiona… no es un local grande y habrá que reservar para comidas o cenas.
Tienen una oferta correcta para desayuno o almuerzo, con una carta, donde no te pierdes en ella, con los clásicos, con suaves pinceladas propias, sin saturar lo emplatado.
Servicio amable y competente, acompañado de una buena respuesta de la cocina, redondean el servicio.

Marta P.

Ya es la segunda vez que venimos y nos ha encantado. Ambiente excelente, comida excelente y trato por el personal excelente. El tartar de atún estaba espectacular. Ubicación en el corazón de RUZAFA. Sin duda volveremos y recomendaremos este sitio!!

Gonzalo M. E. G.

Y a la tercera va la vencida.

En las 2 ocasiones anteriores que intenté ir, bien después de Fallas, bien por Pascua, lo encontraba cerrado y sin cartel que indicara motivo de cierre.

Ay, amigo, he alucinado.
Este es uno de los mejores sitios para almorzar, y merece un Premi Cacau d'or a mejor "esmorzaret valencià".

Carta de almuerzos muy variado y con producto de la terreta: figatells, embutidos de Requena, etcétera.

Aquí no se elige tamaño, es formato único y te ponen cuchillo para partirlo.

Recomiendo:
- Morrocotudo: morro, setas al ajillo y huevos rotos. El morro no es seco, como se conoce de tapas, sino que es tierno, y junto a las setas al ajillo también muy tiernas, y a los huevos rotos con su punto de cocción justo que quedan muy melosos. Hacen un conjunto perfecto, que moja todo el pan volviendo un bocadillo muy cremoso, y delicioso para todos los sentidos.

El pan: es 10*. Tierno y suave por dentro, con crujiente leve por encima. Este es un factor muy importante para un buen almuerzo valenciano.

El agua: muy fina. Otro detalle, que se agradece, porque muchos sitios ponen unas aguas que mejor no hablar.

El arreglo: sirven 2 mini cuencos. Uno con cacahuetes, calentitos y ligeramente oliosos. Otro con unas aceitunas variadas, maceradas en hierbas, que están de morirse.

El café: bien presentado y con buena crema por encima.

Cobran cada cosa por separado y sale todo el almuerzo por unos 8,50€. Y lo vale.

Aquí se nota que han elegido cada ingrediente y cada elemento del local con paciencia y cariño, cuidando la calidad al máximo.

Además el local una vez dentro, es muy bonito y moderno. Las sillas llevan acolchado y son muy muy cómodas.

Volveré para probar, otros bocadillos de la carta, que también tienen muy buena pinta.

Merche M. J.

Sábado, comida con amigas!
El local muy acogedor y limpio.
Me encantó poder estar en una mesa redonda donde poder conversar con todas.
La comida muy rica e innovadora.
Teníamos dudas en uno de los platos y el propio chef salió a explicarnos cómo está preparado.
La paella buenísima!
Sin duda, un lugar donde volver.

Noelia

Experiencia extraordinaria gracias a mi prima que me llevo.
La cocina es de mucho nivel a un precio muy asequible.
Menú muy completo con sabores novedosos. Mención especial a la parmentier de trufa y pulpo , fideos rossejats de gambón y calamar y mousse de frutos rojos.
Imprescindible reservar.

Rafa S.

Comida de Navidad para menú cerrado.

Entrantes y arroz, en mi caso, meloso de sepia con setas.

Los entrantes estaban buenos; ensaladilla, croqueta y cuchara con ajo arriero. El punto del arroz, perfecto, lástima que las setas robasen el protagonismo al resto de ingredientes.
Postres a compartir, buenos.

Un poco apretados, pero no era culpa del local, eramos demasiados.

Aparcar por la zona, imposible (busca medios alternativos para llegar).

Pendiente de una segunda visita para probar más cosas.

Bea L.

Hoy hemos ido a comer mi marido y yo y nos ha encantado. Sin duda volveremos a repetir.
El trato de Naira y de Benjamin excelente y la comida de 10.
Lo recomendamos sin duda. Esperamos volver pronto.

Toni M.

Uno de esos pocos lugares que quedan con unos platos deliciosos y unos arroces de 10. Atención familiar, cercana. Local con un ambiente tranquilo y acogedor. De escasa capacidad por lo que recomiendo reservar. Menú diario de amplia variedad por 13.90€ (bebida aparte). En esta ocasión degustamos como entrantes crema de calabaza y coco, tosta de sardina con remolacha y causa limeña de pollo. Como principal fideuá de calamares y gambas. Sencillamente delicioso. Maridamos con un tinto Juan de Juanes, cerveza y agua. Como postre "top" creme brulee de choco blanco... espectacular. Precio comensal 20.50€, más que correcto.
Recomendable sin duda